Victoria Azarenka iba a ser este viernes la rival de Garbiñe Muguruza en las semifinales del Qatar Open, pero antes del partido la bielorrusa anunció su retirada por lesión, por lo que la española pasó a la final sin tener que jugar y este sábado peleará por el título contra la checa Kvitova, en la reedición del partido por el título que disputaron en 2018 también en Doha. La checa superó por un doble 6-4 a la estadounidense Pegula. Azarenka ganó el jueves en cuartos a Elina Svitolina y lo hizo con claridad (6-2 y 6-4), pero durante ese encuentro fue atendida por unas molestias en la espalda que después se agravaron y finalmente no le permitieron enfrentarse por quinta vez a Muguruza.

Se da la curiosa circunstancia de que la rivalidad entre ambas estuvo marcada en el pasado por las lesiones. Dos de sus cuatro duelos no concluyeron por retirada de una de ellas. En 2019, Garbiñe venció en la final de Monterrey por abandono de Victoria en el segundo set, y meses después, en octavos de Roma fue la española la que no pudo continuar en la segunda manga. «Desafortunadamente, el dolor en mi espalda que experimenté durante el partido de ayer no ha desaparecido lo suficiente como para poder competir esta noche», comunicó Azarenka, que arrastra esas molestias desde el inicio del curso. De hecho, renunció a la final del Grampians Trophy por precaución antes del Open de Australia.

Con un día extra de descanso, que no le vendrá nada mal, Muguruza buscará su octavo título en la segunda final que disputa en Doha. Hace tres años perdió en la última ronda precisamente contra Kvitova, que será su rival y que tiene un balance favorable contra la ganadora de dos Grand Slams (4-1).

Día de descanso

«No es la manera clásica de alcanzar una final, pero estar en ella es una buena señal. Espero que ella se recupere», señaló Garbiñe, que no ocultó que no tener «un día libre» es «bueno» para su cuerpo, «algo positivo». Sobre el partido contra Kvitova, dijo que será «duro», pero que espera ganar y quedarse «con el trofeo».

Fuente: AS