El liderazgo en los niños tiene importantes resultados en su adultez, pues será más propenso a tener éxito laboral y disfrutar de calidad de vida. Un líder es más abierto, empático, responsable, consciente de sí mismo y de sus emociones. Gracias a estas características le será posible desenvolverse de una manera positiva en diversos ámbitos de su vida.

Según Expansión, un diario especializado en economía y negocios, hay ocho pasos que podemos seguir si queremos que nuestros hijos sean futuros líderes.

Toma nota:

1. Da el ejemplo. Tu pequeño tiene que vivir contigo los valores y principios que deseas inculcarle.

2. Háblale sobre sus emociones. Pregúntale cómo se siente frente a distintas situaciones. Esto le ayudará a reconocer sus fortalezas y debilidades. Si el niño aprende a identificar y verbalizar sus sentimientos, podrá relacionarse mejor como adulto.

3. Desarrolla su empatía. Evita juzgar a tu hijo. Aquí hay tres reglas: la primera es distanciar lo que tú opinas y lo que él hizo. La segunda regla es hablar con él en primera persona y la última, hacer una petición. Por ejemplo: «Cuando me alzaste la voz me hiciste sentir mal y me dolió mucho. Quiero que me respetes porque es importante para mí».

4. Permite que tome decisiones y riesgos. Que escoja qué vestir o a qué deporte inscribirse. Además, que resuelva qué hacer y no tema a equivocarse porque si lo hace, es solo una oportunidad de animarlo a intentar algo más.

5. Dale responsabilidad.Puedes hacer un calendario con actividades que esperas que cumpla, dale un plazo y ofrece una recompensa. Esto puede ser limpiar su cuarto o sacar a pasear a la mascota. Marca lo logrado. Esto impedirá discutir con tu niño por su comportamiento y él aprenderá a auto-regularse.

6. Evita obsequios muy costosos. Los regalos deben ser propios a su edad y de su capacidad para saber su valor.

7. Dile que no, de vez en cuando. Saber cómo lidiar con la frustración es una gran habilidad para un líder.

8. Acércalo a diversas experiencias. Para que sea una persona más abierta en la vida adulta, invítalo a pasar tiempo con personas diferentes a él: como niños de otras nacionalidades o estratos sociales. También a ambientes en donde no se ha acostumbrado a estar.

Fuente: Agencia Sapiens