Una empresa que permanece estática con el paso del tiempo se hace un sitio obsoleto incluso para las mismas personas que trabajan en ella. Por ello es que es tan necesario la implementación de procesos y acciones que muevan las energías en el lugar y le ayuden a tener una imagen fresca que vaya en sintonía con la manera en que el mercado se mueve.

Home office abierto:

Es algo que se ha manejado desde hace algunos años, pero que en la pandemia resultó ser una de las mejores prácticas para que miles de empleados pudieran seguir trabajando sin descuidar sus empleos. Sería una buena idea que si no has implementado este modelo de trabajo lo consideres en tu esquema de trabajo. Ten por seguro que muchos de tus colaboradores lo van a agradecer y se van a sentir con un ánimo positivo para dar lo mejor de sí.

Capacitaciones constantes:

Capacitar a tu equipo tiene como consecuencia mejoras en la empresa y la seguridad de que estás trabajando con personas con conocimientos frescos. Una empresa que no capacita y se preocupa porque su personal sea más eficiente, es un lugar que tarde o temprano será alcanzada por el tiempo y se quedará rezagada.

Horarios establecidos:

Las empresas conscientes del cuidado de su personal saben muy bien que la sobrecarga de trabajo y los horarios extendidos no son lo ideal. Promueve de manera firme que tus colaboradores no trabajen más allá de las 10 horas al día, establece jornadas firmes de 8 horas y un ambiente en donde la productividad sea tal que los objetivos se cumplan de esos horarios.

Fuente: Agencia Sapiens

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