El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, conocido por su popularidad derivada de su política de lucha contra las pandillas, se lanza a la reelección en un movimiento que desafía la tradición de mandatos únicos en la democracia salvadoreña. A pesar de declaraciones pasadas en contra de la reelección inmediata, Bukele anunció en septiembre de 2022 su intención de buscar un segundo mandato, aprovechando una mayoría oficialista en el Congreso.

Bukele, que entró en la política como una figura de renovación y rompió el bipartidismo de décadas en El Salvador, no ha pisado las calles para su campaña de reelección. En cambio, ha optado por mantenerse en el espacio digital, comunicándose con sus seguidores principalmente a través de la red social X. Este enfoque de «telecandidato» ha sido consistente con su estilo de gobernar y comunicar, donde ha preferido las plataformas digitales para interactuar con la ciudadanía y promover su agenda.

La decisión de Bukele de buscar la reelección inmediata se basa en una reinterpretación legal que permite la reelección después de un solo mandato, un cambio significativo en la interpretación constitucional del país. Este giro ha generado críticas y preocupaciones sobre el futuro democrático de El Salvador, especialmente considerando la concentración de poder y las acciones previas del gobierno contra instituciones judiciales independientes.

La «guerra contra las pandillas» ha sido el pilar de la popularidad de Bukele, con una reducción notable en la presencia de pandillas y homicidios en comunidades populares, gracias al régimen de excepción y la suspensión de garantías constitucionales. Esta estrategia de seguridad, aunque controversial, ha resonado entre los salvadoreños cansados de la violencia y la inseguridad.

Sin embargo, Bukele no ha abordado otros problemas críticos del país en su campaña, como la deuda estatal, el costo de la vida, y el uso de los fondos de pensiones para gasto gubernamental. Tampoco ha presentado un nuevo plan de gobierno, dejando preguntas sobre sus propuestas para un segundo mandato.

A medida que El Salvador se acerca a las elecciones del 4 de febrero, la candidatura de Bukele representa un momento decisivo para la nación centroamericana. Su enfoque de «telecandidato» y la ausencia de un plan de gobierno detallado para un segundo mandato plantean interrogantes sobre la dirección que tomará El Salvador en los próximos años bajo su liderazgo.