Ucrania lucha contra nuevos récords de casos de coronavirus tras la irrupción del ómicron en el país, que ha ocasionado más de 37 mil nuevos contagios durante la última jornada, mientras hace frente también a la amenaza de un posible ataque de Rusia.

“Pronosticamos entre 40 mil y 60 mil contagios diarios ya en las próximas semanas”, alertó el ministro de Sanidad ucraniano, Víktor Liashko, en un discurso ante la Rada Suprema (Parlamento), aunque descartó que se aplique una cuarentena general, en un intento de llamar a la calma de cara a las tensiones que afectan al país.

Aunque el Ministerio de Sanidad ha reaccionado a este crecimiento e incrementó la víspera a 16 el número de “zonas naranjas” en las que se recrudecen las restricciones para contener el avance de la pandemia, la gente, habituada ya a las medidas sanitarias elementales, insiste en hacer su vida normal.

Por las calles de Kiev no se ven muchas personas con cubrebocas, pero en cuanto llegar a una tienda, un centro comercial, o abordan un medio de transporte, enseguida se cubren en rostro, algunos por precaución real, otros por disciplina o por una costumbre de casi dos años.

La convivencia con el COVID-19 ha convertido la crisis epidémica en algo cotidiano, en ningún establecimiento público faltan los carteles colgados en la puerta que llaman al cumplimiento de las normas sanitarias, por todas partes se ofrecen soluciones antisépticas para las manos, y las marcas en el suelo que marcan el distanciamiento social ya están casi borradas.

Fuente: Agencia Sapiens

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.