La pandemia del Covid-19 cambió la manera de trabajar, estudiar o comunicarnos y las apps de videollamadas fueron cobrando mayor importancia con el paso de los días y las videoconferencias siguen en auge.

Una revolución tecnológica que tiene muchas positivas, pero también negativas, como fatigar a las personas, según científicos. Estrés y ansiedad son dos consecuencias que se pueden prolongar mediante esta forma de comunicación a través de Zoom, a lo que se le suma un esfuerzo de la capacidad cognoscitiva.

Esto no es algo nuevo, pero ahora los expertos han hallado causas psicológicas y posibles soluciones. Y es que cada día cientos de millones de videoconferencias se llevan a cabo en el mundo. Es la alternativa perfecta a las reuniones físicas, con el riesgo del Covid-19. Por ello se ha estudiado las consecuencias psicológicas del exceso de tiempo invertido en Zoom para esta actividad.

Te explicamos en qué consiste el nuevo fenómeno conocido como fatiga de Zoom, qué lo ocasiona y qué puedes hacer para evitarlo.

¿Qué es la fatiga de Zoom?

Zoom es una de las herramientas para videoconferencias más extendidas y por ello dio su nombre al nuevo fenómeno. La fatiga de Zoom no se limita solo al cansancio causado por las llamadas de Zoom, sino que se utiliza de manera generalizada, porque cualquiera de las alternativas a Zoom que pueden utilizarse puede provocar los mismos síntomas.

Fatiga de Zoom: las consecuencias del incremento de las videoconferencias

Actualmente hay pocos estudios que proporcionen una visión completa que permita juzgar cómo el alto número de videoconferencias afecta a los empleados física y psicológicamente. Muchas consideraciones se basan en informes individuales o en el sentir general.

Un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ludwigshafen, en Alemania, está publicando los primeros resultados. El estudio investigó cómo de extendida está la fatiga de Zoom entre los alemanes que trabajan a distancia y el resultado fue que un 60 % de los encuestados admitió estar familiarizado con el fenómeno y un 15 % afirmó padecerlo permanentemente.

El estudio también proporciona información sobre los síntomas específicos de este fenómeno. Según estos datos, la fatiga de Zoom es más que un cansancio normal. Los participantes presentaron los siguientes síntomas:

  • Dificultades de concentración.
  • Aumento de la impaciencia y la irritabilidad.
  • Dolor de cabeza y espalda.
  • Dolor en las extremidades y en el estómago (algo de esperar según los directores del estudio).
  • Como resultado del cansancio, la productividad durante el teletrabajo puede verse afectada y la calidad del trabajo y los resultados pueden empeorar.

Consejos contra la fatiga de Zoom

Pese a todos estos inconvenientes derivados de las reuniones virtuales, puedes adoptar ciertas medidas de prevención.

Comprobar el número de reuniones. ¿Tienen que participar todos los miembros del equipo en todas las reuniones? ¿Bastaría con una llamada semanal en la que se discutan todos los temas?

Limitar la duración de las reuniones. Si no se puede reducir el número de reuniones, se debe al menos tratar de limitar la duración de cada una. Los expertos aconsejan no tener reuniones de más de 45 minutos y organizarlas de manera que los participantes puedan hacer una pausa de al menos 15 minutos entre reunión y reunión. De esta manera, el cerebro puede recuperarse de este esfuerzo digital.

Sustituir la videoconferencia por una llamada telefónica. En general, se ha abusado de la videoconferencia para sustituir las reuniones en persona. En muchos casos, no son la mejor opción. Si se trata de una mera transferencia de información y los interlocutores se conocen bien, una llamada telefónica puede dar mejores resultados.

Fuente: Agencia Sapiens

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