El cansancio, dolor de cabeza o la inflamación abdominal, son síntomas tan comunes que no solemos prestarle la suficiente atención al creer que “ya se nos pasará”, sin embargo, estas pequeñas señales de alerta pueden revelar la presencia de un enemigo que deteriora nuestra salud lentamente: 4 enfermedades “silenciosas” que pueden consumir tu cuerpo sin que te des cuenta.

1. Presión arterial alta. Una persona que sufre de presión arterial alta, también llamada hipertensión, es cuando su lectura de la presión arterial es de 140/90 mm Hg o mayor. Se asocia con el estrés, el tabaquismo, la alta ingesta de sal, la ansiedad, el consumo excesivo de alcohol, y un estilo de vida sedentario.

Por lo general, no presenta síntomas perceptibles. En algunos casos, puede causar dolores de cabeza, falta de aire o sangrado por la nariz, pero estos síntomas ocurren cuando la lectura de la presión arterial es muy alta. Si se ignoran, la presión arterial alta puede conducir a enfermedades del corazón o incluso un ataque fulminante.

2. Diabetes. Es una condición que requiere una vigilancia constante. Hay dos tipos de diabetes.En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina.La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico en el que su cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede usarla correctamente.

Algunos síntomas comunes incluyen sed excesiva, hambre, pérdida repentina de peso, orina frecuente, cansancio, dolores de lenta curación o cortes, y visión borrosa.La causa exacta de la diabetes no se conoce. Sin embargo, la genética, la obesidad, la mala alimentación y la falta de ejercicio parecen jugar un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad.

3. Enfermedad del hígado graso. Es una condición en la que el hígado tiene dificultad para la descomposición de las grasas, lo que provoca una acumulación en el tejido hepático. Hay dos tipos de la enfermedad del hígado graso alcohólico y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Puedes experimentar dolor sordo o dolor en la parte superior derecha del abdomen, así como fatiga, pérdida del apetito y una sensación general de malestar si tienes un hígado graso.

4. Cáncer de colón. La mayoría no son cancerosos, pero cuando son ignorados o no se tratan, algunos de ellos pueden convertirse en cancerosos después de unos años.La temprana detección y eliminación de las células cancerosas en el colon pueden curar el cáncer en 90 por ciento de los casos. Pero la clave es tener exámenes colorrectales realizados a intervalos regulares para detectar pólipos.

Aunque el cáncer de colon no te dará señales de alerta temprana, si notas más el estreñimiento, diarrea, sangre en las heces, gas inusual o dolor abdominal, bajo recuento de sangre, pérdida de peso inexplicable, vómitos y fatiga, hazte un chequeo sencillo hecho para abordar la causa del problema y potencialmente salvar tu vida.

Estos “enemigos silenciosos” representan un gran riesgo para nuestra salud porque al no desarrollar síntomas de alerta, aplazamos nuestras consultas médicas, como consecuencia, no contamos con un diagnóstico ni tratamiento oportuno, hasta que la enfermedad avanza y causa graves daños en tejidos u órganos del cuerpo. Si tienes algunos de los síntomas mencionados acude al médico para una valoración

Fuente: Agencia Sapiens

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