Para obtener inspiración, Steve Jobs solía sentarse en el inodoro y meter sus pies en un cuenco con agua. Yoshiro Nakamatsum, inventor del disquete, se sumergía profundamente en el agua hasta que su cerebro se encontraba desprovisto de oxígeno, y después escribía sus ideas en una libreta a prueba de agua.

Estos son 5 hábitos que tienen el poder de cambiar la forma en que te relacionas con la creatividad. ¡Dales una oportunidad!

1. Despiértate temprano. No todas las mentes creativas son personas mañaneras. El truco para despertarte temprano es crear el hábito diario y evitar las siestas… sin importar cuán cansado te sientas. Eventualmente, comenzarás a irte a la cama más temprano para compensar el sueño perdido. Esto te hará sentir algo cansado al principio, pero pronto te ajustarás. Y, antes de que lo sepas, te unirás a la lista de los creativos mañaneros.

2. Ejercítate con frecuencia. Existe evidencia de sobra de los beneficios que el ejercicio aporta a la creatividad. Sentirte bien físicamente te pondrá en el estado de ánimo necesario para concentrarte y ser productivo. Un estudio de Stanford reveló que 9 de cada 10 personas se sienten más creativas después de ejercitarse.

3. Apégate a un horario estricto. Muchos tienen la idea errónea de que, para ser creativo, es preciso llevar una vida sin orden ni estructura y sin sentir la necesidad de hacer nada. Sin embargo, los hábitos de las personas altamente exitosas y creativas sugieren lo contrario. De hecho, casi todas las personas creativas organizan sus días de manera rigurosa. 

 4. Conserva tu trabajo. Los trabajos fijos proveen la seguridad financiera necesaria para crear libremente, pero no sólo eso: también añaden estructura a tu día y hacen que el tiempo creativo sea un escape extraordinario. La lista de mentes creativas que han conservado su trabajo fijo es larga. Por ejemplo, Jacob Arabo, quien comenzó su línea de joyería mientras trabajaba en una tienda de joyas.

5. Aprende a trabajar en cualquier lugar, en cualquier momento. Steve Jobs creó Apple en el garaje de su madre, y JK Rowling escribió sus primeras ideas para Harry Potter en una servilleta en un tren. Cuando tengas una buena idea, no esperes: ponle en acción tan pronto como puedas.

Fuente: Agencia Sapiens

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