Tokio ha instalado en un parque unos baños públicos limpios, espaciosos y completamente transparentes. Pero, afortunadamente, las paredes se vuelven opacas en cuanto se cierra la puerta.

Cuando no se usan, los tres bloques de inodoros son traslúcidos, con vidrios rosas para las mujeres, violetas para los hombres y amarillos para los baños accesibles para todos, también equipados para cambiar a los bebés.

Las paredes se mantienen transparentes gracias a una corriente eléctrica.

Cerrar la puerta corta la corriente y se vuelven opacas, protegiendo así la intimidad de los usuarios, incluso en caso de avería eléctrica.

Estos baños experimentales fueron encargados por la Nippon Foundation, una organización no gubernamental japonesa, con el objetivo de reinventar los lugares públicos de la capital.

Fuente. Agencia Sapiens

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