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Por Gerardo Reynoso
El poder legislativo de Quintana Roo no representa a nadie. En medio de la discusión de la despenalización del aborto en el estado, ha quedado claro que la clase política actual que conforma el Congreso, no está a la altura de los nuevos tiempos que rigen a la nación y a América Latina
Es imposible generalizar a todos los legisladores en este punto, sin embargo hay tres diputados que decidieron dejar su huella ante un tema que se tenía que discutir, como punto de partida, por respeto a la sociedad.
Y es que más allá de estar a favor o en contra, durante cinco días un núcleo de diputados decidió reventar (no abortar) el tema de la despenalización, para justificar su falta de trabajo político y legislativo.
La consigna – de acuerdo al documento firmado por el propio Congreso de Quintana Roo – era discutir el tema, abordarlo y establecer al menos una referencia legislativa para demostrar capacidad de trabajo. Nunca se trató de votar a favor o en contra. Lo único que se pedía a los diputados era cumplir con su trabajo y elevar el nivel de discusión.
Sin embargo, se prefirió jugar bajo el formato de justificación, para reventar un tema que podría salirle caro – en costo político y económico – al Congreso del estado
Que sabemos
La acción de reventar la sesión donde se discutiría la despenalización del aborto corrió a cargo de Eduardo Martínez, Carlos Hernández Blanco y Reyna Durán Ovando. Los tres legisladores tomaron partido para, según ellos, evitar daños colaterales.
Desde que se dio el acuerdo para discutir el tema después de la toma del Congreso, Carlos Hernández se ufanaba de profesar palabra mediante el dialogo con la Red de feministas, con quienes incluso se tomó fotos cuatro días antes de que se reventara la sesión.
Hernández Blanco es un político con vasta experiencia en Quintana Roo y está acostumbrado a nunca perder, incluso en tiempos de derrota. Su curriculum lo avala y sabe que decir y hacer en el momento correcto. Nunca se mete en controversia. Da las palabras que sus adversarios, compañeros y denostadores, quieren escuchar de su boca.
Eduardo Martínez Arcila ni siquiera tenía espacio en las comisiones donde se discutió el dictamen. Empero, fiel a su costumbre decidió meterse por medio de la diputada suplente Kira Iris San dentro de la discusión. Expuso un punto constitucional que, en Oaxaca por ejemplo, ni siquiera fue tema de discusión a pesar de llegar hasta la Suprema Corte de Justicia, para sembrar la aguja que reventó todo.
Martínez Arcila es un experto en manipulación. Para quienes lo conocen saben que su sonrisa es peligrosa, ya que lleva como significado desde el símbolo de dinero, hasta una ruta de traición sin límites.
De hecho, en ese juego cayó la diputada independiente Reyna Durán. Compró la manipulación del argumento constitucional sin tener siquiera conocimiento del mismo. Aferrada siempre a su verdad apadrinada por su ego, Duran Ovando tomó el micrófono para decir absolutamente nada
Y para nadie fue sorpresa esto. Reyna Durán se ha caracterizado al caminar con su ego por delante y dilapidar su presente político con los sesgos de superioridad que no existen ni en representatividad, y mucho menos en alianzas políticas, a pesar de que ella se ha hecho creer lo contrario.
Bemoles
Catástrofe… es la que vive actualmente la administración municipal de Puerto Morelos a cargo de Laura Fernández. La lamentable muerte de Ignacio Sánchez Cordero sólo vino a confirmar que en esa demarcación los intereses particulares son voraces y dilapidan al pueblo.
Quebrada… así es como terminaría la alianza PAN, PRD, Confianza por Quintana Roo tras el manejo manipulado que dio el partido del sol azteca a la encuesta para la elección de candidato a la presidencia municipal por Benito Juárez
Vigencia… Es la que le da el dj francés Bellaire al nuevo sonido del Jazz, ya que su mezcla respeta y evoca esos sonidos que siempre se disfrutan. La recomendación de esta ocasión es sin lugar a duda, la música de siempre con sonido diferente.